Con el cambio de estación, seguro que os apetece darle un cambio a vuestro salón. Está claro que no vais a cambiar los muebles, pero con pequeños detalles podemos darle otro aire. ¿Queréis saber cómo?
- Presencia de madera: no sólo nos referimos a los muebles, pues obviamente estarán visibles durante todo el año, sino a colocar una cesta con troncos al lado de la chimenea (si tienes la suerte de tenerla), colocar cestas de mimbre con piñas secas, etc. Toda aquella esencia de naturaleza seca inspirará confort.
- Mesa-camilla: ¿hay algo más representativo? Pensad en la estufita, el pijama de franela, luz tenue, peliculita… O sea, quitad la mesa de centro y colocad la mesa-camilla que ya va tocando y lo vais a agradecer.
- Centros de mesa: una mesa sin nada encima parece que está desnuda, así que aprovechad para colocar algún motivo con flores, ramas y hojas secas. Es barato y vistoso.
- Jarrones de cristal: al igual que con los centros de mesa, repartid algún que otro jarrón con ramas secas por las estanterías y el modular del salón. Las cestas de mimbre también son otra buena solución.
- Velas: ¿os imagináis estar viendo Juegos de Tronos a la luz de las velas? ¡Ni en una cena romántica, oye! Conseguiréis un efecto relax que, además, lo podéis complementar si utilizáis velas aromáticas; las de olor canela vienen perfectas. Si combináis varias de diferentes tamaños en un mismo centro, puede ser otra buena opción como centro de mesa.
- Textiles: manteles, cortinas, cojines y mantas para el frío de la mañana o de la noche, etc. También podéis utilizar una manta como funda para el sofá y evitar el contacto frío con la piel. Con respecto a los colores, os contamos más adelante.
- Alfombras: para debajo de la mesa de comedor, de la mesa de centro (si tenéis calefacción), del sofá o tapando un espacio vacío. No hay mejor época para su colocación que el otoño-invierno.
- Colores: seguro que os podéis imaginar qué colores son los más adecuados para esta estación. Por si acaso, os orientamos. Los rojos, burdeos, anaranjados, marrones y beiges son los básicos. La presencia de estos colores se puede obtener con todos los elementos que os hemos descrito anteriormente. Con pequeños y baratos detalles, obtendréis el efecto de otoño deseado.
Y a vosotros, ¿se os ocurren más maneras de darle forma al otoño?